El final de cada año fiscal es una oportunidad para ver hacia atrás y evaluar nuestro trabajo. Este reporte anual es una mirada a lo que nuestro equipo hizo entre julio de 2017 y junio de 2018.
Nuestro proyecto parte de la idea de que una vivienda digna es la base para desarrollar la vida de una familia. En ella se desarrollan los sueños y proyectos de vida de quienes la habitan. Acompañamos esta misión con un componente educativo que nos permite una evolución integral de las capacidades de las familias. En este sentido desarrollamos talleres que, partiendo de la vivienda, refuerzan los conocimientos en temas como: educación financiera, vivienda segura, tenencia de la propiedad, entre otros.
Construir una vivienda implica una inversión importante de fondos. Para la mayoría de familias nicaragüenses, que viven bajo la línea de pobreza o en riesgo de caer en ella, es muy difícil realizar este tipo de inversiones. De esta manera, se hace necesario complementar estos esfuerzos familiares con proyectos sociales que contribuyan a que todas las familias puedan vivir en una vivienda digna, construida con materiales adecuados y con acceso a servicios básicos.
Este año trabajamos junto a más de 1,260 familias, mejorando sus condiciones de vivienda, saneamiento e infraestructura en general. Así mismo, a través de talleres educativos, mejoramos las capacidades de 1,584 personas, abriendo nuevas oportunidades para su desarrollo personal y familiar. La realidad de estas familias ha sufrido un cambio radical desde nuestra intervención. Este trabajo no hubiese sido posible sin la participación de 425 voluntarios internacionales y 240 voluntarios nacionales que pusieron al servicio de estas familias su fuerza y voluntad.
La crisis que atraviesa Nicaragua desde abril de 2018 afectó nuestro trabajo, para lo que tomamos las medidas de contingencia necesarias para seguir operando. Fueron canceladas las brigadas de voluntarios internacionales que estaban planificadas entre abril y diciembre de 2018. Las afectaciones económicas de la crisis han limitado la capacidad de las familias de poder realizar las mejoras planificadas en sus viviendas. Esperamos que esta situación se pueda superar en los próximos meses y que Nicaragua recupere el camino de la paz y la estabilidad para poder seguir desarrollando nuestros proyectos.
Con vivienda construimos fuerza, estabilidad y autosuficiencia. Estamos comprometidos con seguir cambiando la realidad de miles de familias. Desde nuestras posibilidades y con el empeño de nuestro equipo, continuaremos contribuyendo a que más familias vean cumplido su derecho a vivir dignamente. Confiamos en que Nicaragua encontrará las soluciones necesarias para solucionar sus problemas y aportaremos desde nuestra labor a que más nicaragüenses mejoren sus vidas.
Frank Matus-Aguirre
Director Nacional de Hábitat para la Humanidad Nicaragua
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