Jóvenes emprendedoras se asociaron con Hábitat para la Humanidad Nicaragua y el Instituto de Promoción Humana (INPRHU) Estelí, para mejorar su vivienda y su negocio: un taller de costura.
Daris y Greyling son dos jóvenes profesionales originarias de Estelí que decidieron emprender un negocio familiar de costura, y durante su aventura como empresarias recibieron el apoyo técnico necesario para crecer. “Comencé haciendo cosas pequeñas como ajustes, pero luego mi mamá y yo decidimos meternos a un curso para aprender mejor. Mi hermana que sabía bordado, dibujo y pintura se nos unió después y así fue que comenzamos a trabajar”, relata Greyling.
Al inicio tenían solo una máquina de pedal y hacían turnos para trabajar entre las tres, mientras una hacía moldes, otra cortaba y la otra cosía. Ahora gracias al trabajo y el ahorro tienen cinco máquinas, y muy pronto tendrán una industrial que les permitirá trabajar más rápido.
“En el 2014 trabajamos con el proyecto Semilla para construir el frente de la casa, ahora estamos con el proyecto de las emprendedoras y vamos a cambiar todo el techo, y luego el sistema eléctrico para utilizar la máquina industrial, porque esa necesita conexiones de alto voltaje”, dice Daris.
Ahorro y subsidio
El proyecto de Mujeres Emprendedoras que Hábitat para la Humanidad Nicaragua ejecuta en alianza con el Instituto de Promoción Humana (INPRHU) Estelí, es una combinación de ahorro propio y subsidio, y busca mejorar las condiciones de trabajo e impulsar los negocios de 100 mujeres para generarles estabilidad e independencia financiera.
En el caso de Daris y Greyling, ellas ahorraron U$600, el proyecto les aporta una cantidad igual y con eso podrán hacer la mejora de su vivienda y del negocio. “Gracias a Dios nos va bien, en temporadas altas como ahora que viene fin de año y luego que viene la entrada a clases, sólo trabajamos así por encargo”, explica Daris quien hace bordados personalizados en los diseños.
Hasta el momento las jóvenes se han mercadeado utilizando sus redes sociales personales, y con la publicidad de boca en boca, cada vez que un cliente satisfecho cuenta lo bien que trabajan. “Nosotras siempre estamos en la búsqueda de nuevos conocimientos, cursos de costura avanzado, tutoriales en internet, lo importante es ir aprendiendo cosas nuevas”, agrega Daris.
Daris es licenciada en contaduría pública y finanzas, Greyling es licenciada en educación con mención en inglés, esos conocimientos sumadas a las habilidades que adquirieron aprendiendo costura, dibujo, pintura y bordado, les han permitido crear piezas únicas y manejar el negocio de manera adecuada.
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