«Este ha sido un cambio increíble, una alegría para la familia porque aquí el se metía agua de la calle. Prácticamente, nosotros vivíamos en el barro y ahora estamos limpios e incluso se reorganizó la casa. No solo la niña está feliz», nos dijo Nora, quien trabaja cuidando a una niña en casa y que también disfruta de las ventajas de tener un piso de concreto.
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