Gracias al apoyo y generosidad del Fondo Canadá para Iniciativas locales- administrado por la Embajada de Canadá para Honduras, Nicaragua y Costa Rica, 208 familias que tienen algún tipo de discapacidad (mujeres principalmente), recibieron kits de higiene, primera necesidad y un manual de prevención del Covid-19 para hacerle frente a la pandemia. La ayuda se canalizó y entregó a través de la Federación de Mujeres con Capacidades Diferentes (Femucadi), quien coordinó con Hábitat para la Humanidad Nicaragua, mediante la campaña Apoyá una familia #SomosComunidad. Aquí les compartimos las historias de dos de las beneficiarias.
«Esta es mi casita…se me está cayendo»
A Cándida le dio poliomielitis, en sus propias palabras y con la sencillez que la caracteriza nos cuenta que ella es “así de nacimiento…aquí tengo la epicrisis”, nos dice mientras se apresura a buscar una pila de documentos amarillentos de tanto hollín. Sus piernas tienen una malformación que le impide caminar bien, y como es una mujer recia y bajita, eso le dificulta aún más el poder movilizarse.
Para ella, caminar cuatro cuadras es todo un esfuerzo físico que literalmente la deja sin respiración. Y a pesar de ello, hizo este recorrido dos veces en un mismo día, la primera vez para retirar los kits de primera necesidad e higiene que Hábitat Nicaragua y el Fondo Canadiense para Iniciativas Locales, le llevaron a ella y 44 familias más en Jinotega. La segunda vez para insistir en que el equipo de Hábitat fuera a conocer su casa.
“Vengan es aquí cerca, vamos, vengan”, insistía. Las calles del barrio son pedregosas y desde el punto de distribución de los kits hasta la casa de Cándida hay 4 cuadras, dos de ellas en una pendiente, así que cuando llegamos la dejamos que tomara aire y que nos contara todo lo que quería contar, al poco tiempo nos dimos cuenta que ella también tiene cierta discapacidad intelectual.
“Esta es mi casita (ríe), se me está cayendo…aquí vivo con mi hijo, este de aquí, se llama Norlan, él también es discapacitado porque cuando estaba chiquito se me cayó y se golpeó la cabeza, entonces tiene retardo, aquí tengo su epicrisis también”, nos dice mientras vuelve a la pila de papeles amarillentos.
Cándida tuvo dos hijos, el mayor tiene 35 años, es mecánico, casado y con dos hijos; luego Norlan que tiene 33 años. Según nos relató es gracias a su hijo el mecánico que ella y Normal sobreviven, él se encarga de la manutención de ambos y la de su propia familia. “Es que su papá nos abandonó desde que ellos nacieron, y pues yo los crié así, lavando ropa, trabajando como doméstica pero ahora ya no puedo trabajar”, nos explica.
La casa donde habita Cándida y Norman, está hecha de trozos de madera y el techo de zinc está en muy mal estado, el piso es de tierra y los orificios de los tablones, hacen que el frío y la lluvia se metan. Desde la Federación de Mujeres con Capacidades Diferentes en Jinotega, Cándida ha recibido varios talleres de capacitación sobre manualidades pero dice que lo que sí aprendió fue a hacer flores.
***Otra de las mujeres con discapacidad que recibió los kits para enfrentar el Covid es Nubia, una reconocida activista de los derechos de las mujeres en su natal Jinotega.
Una activista de las personas con discapacidad
Nubia Gutiérrez (41 años) nació con una desviación en la columna, sus músculos y huesos no se desarrollaron, por consecuencia no puede caminar correctamente. En su familia hay dos personas más con la misma discapacidad y un anciano de 95 años, todos en casa dependen económicamente del trabajo de la única hermana que nació sana.
“Mi hermana mayor ya no tiene movilidad en las piernas, su condición es más grave y yo estoy a cargo de cuidar a mi papá que tiene 95 años, digo yo que lo cuido, al menos lo acompaño…Quiero darle las gracias porque pudieron ayudarnos”, nos dice Nubia quien es coordinadora de la Federación de Mujeres con Capacidades Diferentes en Jinotega.
Nubia cuenta con orgullo que es parte de Femucadi desde hace tantos años que ya ni lo recuerda, durante un tiempo fue parte de la directiva nacional y siempre está en búsqueda de oportunidades para ayudar a otras mujeres que como ella y sus hermanas, nacieron con discapacidades y deben afrontar más retos en la vida.
La familia de Nubia recibió kits de primera necesidad (alimentos) y kit de higiene, además de un manual de prevención para hacerle frente al Covid-19. La ayuda llegó a través de Hábitat para la Humanidad Nicaragua, gracias al apoyo y generosidad del Fondo Canadá para Iniciativas locales- administrado por la Embajada de Canadá para Honduras, Nicaragua y Costa Rica.