Empoderando a grupos vulnerables

Mujeres con discapacidades, enfermedades crónicas y conviviendo con VIH se aliaron con Hábitat para la Humanidad Nicaragua para capacitarse y mejorar sus condiciones de vida 

El hecho de ser madre soltera y cabeza de hogar, ya es difícil. Si a esto le sumamos tener alguna discapacidad, enfermedad crónica o ser una persona con VIH, se pone aún más complejo, sobre todo si se trata de encontrar un trabajo formal bien remunerado, es por eso que muchas mujeres optan por emprender pequeños negocios en casa.

Este es el caso de Brenda, una mujer de 28 años que vive en una comunidad de Masaya y fue diagnosticada con VIH. Ante la imposibilidad de un trabajo fijo con el que criar a sus tres hijas, decidió poner una venta de enchiladas y tajadas fritas en su casa; un improvisado cocinero hecho con tres trozos de piedra cantera sobre el piso de tierra, era el escenario donde ella comenzó su negocio.

Luego de conocer de primera mano este tipo de realidades, Hábitat para la Humanidad Nicaragua, decide ejecutar el proyecto Recuperación Económica de Grupos Vulnerables (OVG) en alianza con la Federación de Mujeres con Capacidades Diferentes (Femucadi) y la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/SIDA (ICW en Nicaragua). 

“Escogimos estos grupos en primer lugar porque son mujeres, en segundo lugar porque una mujer con discapacidad es triplemente discriminada, tienen menos oportunidades laborales, menos condiciones económicas y pensamos que este apoyo les iba a ayudar a mejorar significativamente sus condiciones de vida”, explica Nancy Aróstegui Sánchez, Gerente de Programa de Hábitat para la Humanidad Nicaragua.

Tres componentes 

El proyecto ejecutado entre noviembre del 2021 y mayo del 2022, constó de tres componentes: Entregas de kits higiene y protección contra el COVID, fortalecimiento de capacidades y  mejoramientos de infraestructura en espacios de negocios, logrando servir a 769 personas de manera directa e indirecta. 

  

Estas personas se capacitaron en temas de cambio climático, vivienda segura, educación financiera; se les dotó de kits, filtros de agua y barriles para que pudieran almacenar agua segura. Finalmente se seleccionaron 40 mujeres de Ciudad Sandino, Managua, Mateare, Xiloá, Masaya, Tipitapa y Juigalpa a las que se les construyó un módulo de nueve metros cuadrados para desarrollen sus emprendimientos en lugares más adecuados. 

Brenda fue una de ellas, y aunque por el momento consiguió un empleo como mesera, ya está ahorrando para volver a montar su negocio de fritanga los fines de semana. Esta vez en un espacio adecuado, bajo techo y con piso de concreto.

En Ciudad Sandino, Managua, Yacenia de 35 años, ya tiene su pequeño taller de costura en un espacio seguro. “Antes las máquinas que tengo quedaban en la sala, y los sobrinitos se ponían a jugar y me las dañaban. Ahora ya dejo todo enllavado, no tengo gastos innecesarios y hasta logré recoger para comprar otra máquina que es especial para hacer costuras de ruedo. Me siento muy contenta y agradecida con este proyecto”, nos dijo Yacenia quien también convive con el VIH.

Apoyo de las empresas 

Para la ejecución del proyecto Hábitat para la Humanidad Nicaragua, contó con el apoyo de aliados empresariales como Plycem y Ferreterías El Halcón, quienes aportaron con descuentos en las compras de materiales para hacer posible este proyecto. 

Personas servidas 

769 personas servidas de manera directa e indirecta 

161 personas recibieron kits

150 personas fueron capacitadas en diversos temas 

40 mujeres mejoraron la infraestructura de sus negocios

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